El nuevo Citroen C4 viene con...Internet Explorer 6

Cada vez son más y más los coches que acompañan la pantalla táctil del salpicadero para el GPS con un navegador integrado. El C4 Grand Picasso de este año es uno de esos modelos, pero Citroën ha decidido equiparlo con una versión de Internet Explorer de hace... 8 años.
Este análisis en búsqueda del user agent (el identificador del navegador, en definitiva) realizado por Dan Sloane revela no sólo que el coche utiliza una versión móvil de Internet Explorer completamente desfasada, ya que el anuncio de la versión mobile (la que técnicamente usa el C4) data de 2008, sino que en el caso de la versión de QT, la 4.5.2, la fecha de lanzamiento se remonta a 2006, hace casi una década.
¿Lo peor? Lo peor no es que pertenezca a algo parecido a la prehistoria de la navegación móvil, sino que incluso cuando Internet Explorer Mobile 6.0 acababa de lanzarse ya era una versión del navegador bastante terrible.
Es complicado adivinar los motivos de Citroën para basar el navegador de uno de sus últimos modelos en una antiguedad así. Pueden ir desde razones meramente burocráticas, la simple ineptitud o la necesidad de hacerlo compatible con ciertas partes o controladores de hardware en el coche igual de viejas.
¿Por qué Linux no se usa más en el escritorio? Por la piratería de Windows

Normalmente la piratería afecta especialmente al que ha sido pirateado; un artista se ve afectado porque sus discos no se venden, un desarrollador se ve afectado porque nadie compra licencias de sus programas, etc.
Por ejemplo, si Windows es pirateado, el afectado es Microsoft. En cambio Linux tiene una licencia libre que nos permite copiarlo tanto como queramos, y de hecho apuesta por ello para mejorar su adopción. Al menos esa es la idea que tenemos de la piratería, pero la verdad es algo más complicada que eso.
Un ejemplo de esto ha sido revelado por un estudio creado por el economista noruego Arne Rogde Gramstad, sobre el efecto de la piratería en Linux. O mas concretamente, cómo la piratería de otros sistemas operativos afecta a la adopción de Linux.
Para ello relacionó los índices de piratería de software de cada país, según la BSA (la asociación contra la piratería de software), y el porcentaje de uso de distros Linux. Además, también tuvo en cuenta factores que podían afectar, como el producto interior bruto per cápita o lo dura que es la lucha contra la piratería por las asociaciones locales.
Aunque el estudio no revela nombres concretos, está claro que cuando hablamos de “piratería de software”, solo podemos asociarla con la piratería de Windows; prácticamente desde sus inicios este sistema operativo ha sido pirateado por millones de personas en todo el mundo, y Microsoft ha sido plenamente consciente de ello, pero no siempre como un problema.
El estudio lo confirma con una relación clara entre piratería y uso de Linux: en los países en los que el índice de piratería es más bajo, el uso de Linux aumenta. Y al contrario también, con una relación tal que si la piratería de un país aumenta un 1%, el uso de Linux cae en un 0,5%.
Esto implica que si de repente toda la piratería desapareciese, la cantidad de instalaciones de Linux aumentaría en un 50%. Es la demostración de que la piratería de Windows ha afectado seriamente a la adopción de Linux.
Ahora bien, hay que aclarar que una subida del 50% de poco, sigue siendo poco. Según Netmarketshare, un 1,71% de los ordenadores tiene Linux (una cifra aproximada ya que hay muchos dispositivos que no pueden contarse), así que si se acabase con la piratería se quedaría con un 2,56%; no es mucho, pero al menos lo acercaría a Mac OS X.
Sin embargo, eso sería sólo en la actualidad. Recordemos que Windows se lleva pirateando desde que nació, en una época en la que era vital conseguir instalaciones frente a sistemas operativos rivales. El propio CEO de Microsoft, Satya Nadella, reconoció en su momento que el modelo “freemium” de Windows se llamaba piratería.
Durante mucho tiempo Microsoft ha perseguido la piratería, pero tal vez de manera suave y tibia; podría haber hecho mucho más si se lo hubiese propuesto, sobre todo en la era de Internet. Estos datos indican que la compañía tomó está política porque en el fondo sabía que le convenía que los usuarios ganasen una dependencia de los programas y servicios de Microsoft.
¿Hubiera sido la historia diferente si la piratería de Windows se hubiese controlado desde el principio? ¿Hubiera tenido entonces Linux la oportunidad de sorprender y atrapar a más usuarios?
La cultura de fracasos que está detrás del éxito de Google

Si fracasas, normalmente te echan del trabajo. Pero no es así en Google X, la llamada "fábrica de misiones a la Luna", donde animan a los inventores e ingenieros a soñar e intentar lo imposible.
Un punto destacado por su director, Astro Teller, en la conferencia TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño) de San Francisco, la que este año llevó el título de "Soñar".
Teller repasó algunos proyectos en los que Google está trabajando y que hace poco parecían ciencia ficción, como los autos sin conductor y el Proyecto Loon que busca llevar internet a zonas remotas o rurales a través de una red mundial de globos que viajarán en el límite del espacio.
Reconoció que los sueños eran grandes. Y también que fracasar forma parte de cualquier proyecto.
Según Teller, decidir qué proyectos impulsar es sencillo: "Encontramos un gran problema que afecta a millones de personas, proponemos una solución radical y vemos qué tecnología punta existe para resolverlo".
Un ejemplo es una red de granjas verticales donde los cultivos crecerían en cajas amontonadas unas sobre otras sin apenas tierra. Una buena idea para alimentar a la población mundial que no para de crecer, sobre todo en ciudades cada vez más congestionadas.
"Una de cada diez personas está desnutridas y las granjas verticales usan 10 veces menos agua y 100 veces menos tierra", explicó Teller.
Pero eventualmente Google decidió no introducirlas, cuando se dieron cuenta que cultivos básicos como el arroz y el trigo no pueden cultivarse de esa manera.
Aún así, la empresa FarmedHere de Chicago decidió avanzar en este proyecto y planea inaugurar una granja vertical que costará US$23 millones en West Louisville, en Estados Unidos. Mientras la japonesa Fujitsu vende los productos que produce en este tipo de granjas a hospitales, supermercados y hoteles.
Otro proyecto que Teller dijo que fracasó fue la idea de construir buques de carga más ligeros que el aire.
Pero decidieron suspender el proyecto cuando el equipo a cargo concluyó que costaría demasiado construir un prototipo. "No puedes gastarte US$200 millones en el primer eslabón de un proyecto", afirmó.
Fracaso
Fracasar es fundamental en X: "La única manera de hacer que la gente trabaje en cosas grandes y riesgosas, ideas audaces, es que se sientan seguros si fracasan", afirma Teller.
"La maquinaria de marketing de Silicon Valley ha creado el mito que gente visionaria está creando el futuro sin esfuerzo. No os creáis ese cuento", sentenció.
Mencionó como ejemplo el Proyecto Loon, posiblemente una de las ideas más locas de Google. "Construimos globos redondos y plateados, hicimos globos con forma de almohada. Básicamente pinchamos muchos globos", afirmó.
Pero añadió que ahora el Proyecto Loon parece una solución viable para llevar la tecnología a todos lados. Predijo que internet provisto por estos globos y otros métodos conectarán a todo el mundo a la red en los próximos "cinco o diez años".
"Eso cambiará el mundo de maneras que no podemos imaginarnos".
Fuente: BBC Mundo

