3 errores en redes sociales que sabotean tu búsqueda de empleo

Imagina la búsqueda de empleo como un espejo de doble vista. De un lado estás tú, una persona que busca en Google todo sobre el empleo que desea o la compañía para la que quiere trabajar. Del otro lado está tu empleador potencial, quien también puede entrar a la web para saber lo más que se pueda sobre ti.
Pero, ¿las empresas realmente se toman el tiempo de teclear el nombre de sus candidatos en la red? Sí. Un estudio de la Society for Human Resource Management (SHRM) indica que 84% de los empleadores reclutan vía social media, mientras 43% ha seleccionado candidatos a través de redes sociales y motores de búsqueda.
El resultado puede funcionar a favor o en contra del candidato de acuerdo con su manejo de estas plataformas, ya que, de acuerdo con el mismo documento, 36% de las empresas descalificaron a los aspirantes tras buscarlos en línea.
1. Eres reservado
Si los reclutadores no pueden encontrarte en la web, no es una buena señal porque parece que tienes algo que esconder o nada de mostrar, lo que puede mandar tu currículum al final de la lista.
"Definitivamente me preguntaría sobre los antecedentes de un profesional en tecnología que no se encuentra en redes sociales, en comparación con alguien que tiene una buen presencia en Twitter y LinkedIn, pero prefiere que sus asuntos personales se mantengan de forma privada en Facebook”, menciona Dawn Edmiston, profesora asociada de Marketing en College of William and Mary.
¿Qué hacer? La clave es trazar una línea entre quien eres a nivel personal y profesional. Está bien si tu cuenta de Twitter es privada, pero es mejor si lo usas para demostrar quién eres profesionalmente y lo que puedes aportar.
2. Compraste followers
El número de seguidores que tiene un candidato no es tan relevante, es más importante saber quiénes lo siguen.
Si son influenciadores o líderes de tu industria, podría tener mayores beneficios que tu número de followers, explica Lia Haberman, social lead de Livestring.com; “es algo clave porque si estás bien conectado, puedes tener gran impacto pese a contar con pocos seguidores”.
¿Qué hacer? Los empleadores están interesados en saber cómo usas las redes sociales para interactuar, construir relaciones y expresarte. Procura emplear estas plataformas para conectar con influenciadores, líderes, organizaciones y publicaciones en tu industria.
3. No eres activo
Si tienes redes sociales pero rara vez escribes algo en ellas o tu perfil está incompleto, tienes que hacer algo al respecto.
Ser activo muestra que sabes cómo interactuar con una audiencia”, dice Michelle Brammer, directora de marketing de la firma eZanga. Las redes sociales son tu oportunidad de demostrar tu habilidad para hacer networking, interactuar con otros y curar contenido.
¿Qué hacer? Comprométete a crear tu marca en el mundo online, incluso si sólo compartes o replicas contenido de otros sitios un par de veces por semana. Lia Haberman, menciona que al reclutar candidatos, revisa sus redes sociales para saber qué tipo de contenido publican, especialmente en Twitter e Instagram.
La FDA de Estados Unidos aprobó la venta de la primera pastilla hecha con una impresora 3D

En lo que representa un nuevo paso hacia el futuro de la impresión 3D, la U.S Food and Drug Administration (FDA) aprobó la venta del medicamento contra la epilepsia llamado "Spritam", cuyas pastillas están realizadas por una impresora de esta tecnología.
La empresa ZipDose Technology es la responsable de su creación y la particularidad de esta proeza es que el medicamento puede crearse colocando cada droga en su justo lugar resultando una pastilla fácil de tomar y de digerir. A diferencia de las técnicas tradicionales que comprimen los diferentes químicos, la impresión 3D permite diseminar la dosis justa de cada ingrediente capa por capa.
Don Wetherhold, CEO de Aprecia, el laboratorio de "Spritam", dice que la fabricación de medicamentos con las técnicas de impresión 3D es lo que permitirá realizar drogas más tolerables para los pacientes y resaltó el hecho como un progreso en el que los campos tecnológico, qúimico y medicinal; se unen para mejorar la calidad de vida.
La computadora más rara del mundo apareció en 1976

No existe mucha información acerca del LCM-1001 de Texas Instruments, aquel que vio la luz en 1976 y que, probablemente, fue de los primeros aparatos de aprendizaje para el estudio del funcionamiento de los microprocesadores de la época y de su programación.
Fabricado y vendido en EE. UU. como ordenador personal, tenía una CPU TI SPB0400 de 4 bits, el primer microprocesador fabricado utilizando la tecnología de proceso VLSI (Very Large Scale Integration). Además, llevaba un chip lógico Quad Nand 74279, un socket de ampliación de 40 pines, adaptador de corriente externo (o batería recargable) y varios módulos opcionales de expansión. Fue concebido como herramienta de aprendizaje; su precio rondaba alrededor de los 280 dólares.
El microprogramador podía ampliarse con el módulo controlador LCM-1002, el módulo de memoria LCM-1003 y el módulo de entrada y salida LCM-1004, los cuales se vendía aparte. El aparato se programaba por medio de interruptores, los resultados se ofrecían en forma de luminosos diodos LED.
En la edición de septiembre de 1976 de la revista BYTE aparecía el anuncio a doble página que podemos ver a continuación.

Un “ordenador personal para el hogar” que nos permitía aprender la lógica y la programación de los microprocesadores del momento.

