¿Cuál es la función del nuevo error "HTTP 451"?

Si llevas un tiempo navegando por la Red, estarás familiarizado con el famoso ‘error 404’ que, con un mensaje de ‘Página no encontrada’ o similar, nos indica desde la pantalla del navegador que la URL a la que intentamos acceder es errónea, o que el contenido al que intentábamos acceder ya no existe.
404 es un código de estado del protocolo HTTP incluido dentro del grupo 4xx de ‘errores del cliente’ que incluye también códigos como el 401 (‘no autorizado’) o 414 (‘URL demasiado larga’). También existen otros grupos como el 5xx -que agrupa los errores de servidor- o 3xx -que indica las redirecciones de contenido-.
Los responsables de establecer estos códigos de estado HTTP son los miembros del IETF (siglas de ‘Internet Engineering Steering Group’), un organismo internacional y sin ánimo de lucro encargado de supervisar y normalizar los estándares de Internet, conocidos como RFC.
Un nuevo código HTTP
En 2013, el IETF recibió una propuesta: crear el código HTTP 451 para notificar ‘obstáculos legales’ a la hora de mostrar el contenido al usuario. La propuesta, realizada por el entonces ingeniero de Google Tim Bray, era un intento de visibilizar de cara al internauta el auge de la censura estatal de páginas web. En un primer momento, la idea fue rechazada. Pero el constante aumento de la censura (y la sensibilización social sobre la misma) hizo aumentar el respaldo a la propuesta que, finalmente, fue aprobada por el IETF a finales del pasado mes de diciembre.
Tal y como explica el presidente del IETF, Mark Nottingham, “la censura se ha ido haciendo más frecuente y visible en la Web, y hemos empezado a tener noticia de sitios que deseaban ser capaces de hacer esta distinción. Más aún, sabemos que los miembros de la comunidad desean ser capaces de descubrir los casos de censura de manera automatizada“.
Ahora, la implantación de este código dependerá de la rapidez con que se actualicen los servidores de Internet… y de que los proveedores decidan empezar a usarlos en lugar de encubrirlos bajo el 404, puesto que no tendrían obligación alguna de hacerlo. El propio Nottingham expresaba esa preocupación: “sospecho que los gobiernos que censuran no permitirán el uso del código 451, para ocultar lo que están haciendo”.
Pero… ¿por qué 451?
HTTP 451 podría ser, sencillamente, el código aprobado a continuación del último código 4xx libre, el 450 (‘Bloqueado por el control parental de Windows’). Y de hecho, así es. Pero, irónicamente, la cifra encierra también un homenaje bastante simbólico…
En 1953, el escritor estadounidense Ray Bradbury escribía su célebre novela distópica ‘Fahrenheit 451’, una referencia a la temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde (equivalente a 232,8 ºC). La novela cuenta la historia de cómo Guy Montag -un particular bombero encargado de quemar libros por orden del gobierno- entra en contacto con los ‘hombres libro’, personas que memorizan libros enteros para transmitirlos oralmente. No podríamos estar ante una referencia más adecuada, sin duda.
Finger Family: de inocente lugar de aprendizaje para niños a el lado más oscuro de Youtube

¿Qué podría pensar un padre cualquiera si un día encontrara a su hijo de cinco años aprendiendo inglés con un video donde, al ritmo de una pegadiza y muy molesta canción infantil, se desplegaran helicópteros hechos de calavera disputando una pelea a muerte contra un gorila alado en una suerte de coliseo romano? La reacción natural sería apartar la tableta de las manos del niño, para después observar con absoluta y sórdida fascinación el universo oscuro, siniestro y aterrador de Finger Familiy, un conjunto de videos extrañísimos que acumulan millones y millones de visitas y toda suerte de teorías a su alrededor.
Antes de nada, ¿qué es Finger Family, en concreto? A priori, algo inofensivo: una canción infantil libre de derechos de autor que ofrece a los más pequeños la posibilidad de aprender cuáles son los dedos de nuestras manos. Es sumamente pegadiza, pero, por lo demás, nada excepcional, una más de otras tantas que circulan por la red. El problema viene cuando buscamos "Finger Family" no ya en YouTube, sino en Google:

El resultado es abrumador: centenares, miles, decenas de miles de videos subidos a YouTube que cuentan en su título con el nombre de la susodicha canción y que, en su interior, acumulan decenas y decenas de versiones, a cada cual peor cantada o producida, de la misma. La mayor parte de los primeros videos que aparecen en la primera página de Google son relativamente normales: feos y un tanto inquietantes, pero vídeos infantiles, al fin y al cabo, animados de forma mediocre por cualquier empresa de segunda o tercera fila en la industria.
Dinero, vídeos autogenerados y sordidez
La historia tiene recorrido. ¿De dónde surgen, por qué hay tantos y, lo más importante, por qué algunos de ellos tienen tantos visionados? Una de las características más singulares de los videos de Finger Family es que alcanzan los millones visionados, con apenas comentarios. Es raro, porque cuando un vídeo en YouTube supera tal cantidad de visitas siempre recibe un sinfín de palabras por parte de otros usuarios. Además, los de Finger Family no son exactamente sinónimo de viralidad. Son inquietantes y surrealistas.
¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué unos videos espeluznantes que yerran por completo el target de su audiencia reciben tantas visitas? Las teorías acerca de su origen son múltiples. Se apunta, por ejemplo, a una empresa india que podría estar detrás de parte de la gigantesca bola de nieve Finger Family. Pero explica sólo parte de la historia. La cuenta más surreal de todas se titula Toys in Japan y en su descripción incluye una referencia a esta página web donde vende camisetas con su eslogan entre lo increíble, lo random y lo WTFesco. Es raro hasta para YouTube.
Una teoría bastante plausible: todos los vídeos son autogenerados, y reciben tantas visitas porque hay ordenadores programados para visitarlos de forma sistemática. Toys in Japan sube unos quince vídeos cada día. En su caso, tiene sentido: generar esos gráficos de forma aleatoria y automática es relativamente sencillo. ¿Pero cuál sería el objetivo? Fácil, monetizarlos.
Estonia: el país que resurgió gracias a Internet

Uno de los países más pequeños de Europa y del mundo, con tan sólo 1,3 millones de habitantes en todo su territorio, es uno de los territorios más tecnológicamente avanzados del planeta según se recoge en Mic News. Desde que se independizaron de Rusia en 1991 los estonios se han visto obligados a reinventarse, haciéndolo de diversas maneras. Una de ellas es enseñar programación en todas las escuelas. Otra es un país que rebosa de startups que han crecido al calor de la era de Internet.
Estonia se independizó de la URSS en 1991. Cuando el país volvió a ganar entidad como una nación soberana e independiente, su renta per cápita había descendido a una novena parte de la que por entonces tenía Finlandia. Sin embargo, en lugar de hundirse en esta desastrosa situación, el país ganó un fuerte sentimiento de competitividad que les llevó a querer recuperar los días de gloria pre Unión Soviética.
El país en sí mismo era una startup. Su mayor activo llegó en 1994 con una “tarifa plana” en materia de impuestos, además de una reforma fiscal profunda. Hay que tener en cuenta, por otra parte, que Estonia empezó a resurgir en la era de Internet, con lo que no tuvieron que apoyarse en tecnología antigua y obsoleta para volver a recuperar su esplendor. Desde el primer momento pudieron contar con lo último en tecnología.
Skype es el primer gran éxito surgido de Estonia. Dos programadores nativos del país báltico escribieron el código que mueve al programa de comunicación en 2003. Estas dos personas también fueron responsables de KaZaa, un conocido programa de compartición de archivos vía P2P. La empresa se vendió a eBay en 2005 por 2.600 millones de dólares y actualmente es propiedad de Microsoft.
Los fundadores de Skype se convirtieron en estrellas mediáticas, lo que provocó que una nueva generación de jóvenes estonios se agrupasen para conseguir un pedazo del pastel de la industria tecnológica. Hoy en día las tecnológicas son el 15% del PIB estonio, con 350 startups en su parque empresarial. Algunas de ellas son Playtech, Fitsme y TransferWise.
El éxito de Skype ayudó a atraer inversión desde Silicon Valley. El año pasado las startups estonias consiguieron 100 millones de dólares en capital extranjero.
En el año 2000 el gobierno declaró el acceso a Internet un derecho humano básico. También creó una nueva ley de firmas digitales, que vinculaba las firmas físicas a ellas y las consideraba de la misma validez legal.
En 2002 Estonia hizo obligatorias las tarjetas de identificación digitales, lo que permitía a los ciudadanos firmar documentos con una firma electrónica y acceder a servicios gubernamentales online. Esto derivó en la instauración en 2005 del voto electrónico, convirtiéndose en el primer país en hacerlo.
Hoy en día el país sigue centrado en crecer tanto como pueda. El gobierno desplegó hace poco un programa de residencia electrónica, que ha atraído atención a nivel mundial y que llevó al primer ministro estonio a un conocido espacio de la televisión estadounidense. Este programa de residencia permite a cualquiera convertirse en ciudadano electrónico de Estonia, lo que significa que podrán abrir negocios en el país desde cualquier parte del mundo. Según se recoge, por ahora hay mil empresas registradas y 10.000 residentes electrónicos que se apuntaron el año pasado.
Los ciudadanos que soliciten la residencia electrónica reciben una tarjeta de identificación digital emitida por las autoridades estonias. La solicitud se realiza online, pero hay que visitar Estonia o una embajada para que el documento pueda ser recogido y se pueda identificar al solicitante. Al tratarse de un documento que no sirve para viajar, no cuenta con la fotografía del propietario en ella.

