El máximo responsable de Android cuenta cómo se preparan para Internet de las Cosas

Hiroshi Lockheimer es, desde 2015, el máximo responsable de Android a raíz de que Sundar Pichai fuese nombrado CEO de Google. Este joven lleva 11 años trabajando para los de Mountain View en el proyecto del popular sistema operativo, originariamente pensado para móviles, que se lanzó en octubre de 2008 y que en la actualidad está instalado en más de 1.400 millones de dispositivos.
¿Cómo fueron los comienzos?
Todos recordaremos que durante el 2005-2006 los teléfonos móviles empezaron a volverse más inteligentes. Ésta era una época previa al iPhone o Android y, por lo tanto, no existían teléfonos inteligentes.
Yo me encontraba en el equipo de desarrollo de aplicaciones de Google, donde creábamos aplicaciones como Google Maps. Pero había tantas variaciones de sistemas operativos que teníamos que crear hasta 300 versiones de la misma aplicación. Eso no era eficiente. En vez de dedicarnos a innovar, casi todo el tiempo lo destinábamos a portar la aplicación a cada sistema operativo. Por eso, desde Google, pensamos en lanzar nuestro propio tipo de software que ofreciera consistencia a los desarrolladores de aplicaciones, la posibilidad de adaptación para los fabricantes y la gran variedad de teléfonos móviles de la que disfrutan ahora mismo los consumidores.
Al crear un sistema operativo abierto, lo convertimos escalable, ya que recae sobre el fabricante la labor del mantenimiento del terminal. Esa es la razón de que seamos capaces de crear un sistema operativo capaz de dar soporte a 1.400 millones de teléfonos móviles. Jamás me imaginé que llegaríamos a estas cifras cuando lanzamos Android el 22 de octubre de 2008, junto con PlayStore, que en aquel momento se llamaba Android Market.
¿Qué opinas sobre la fragmentación de sistemas operativos? Ahora existen 12 versiones de Android, vigentes en todo el mundo
El fabricante es el que decide qué versión va a utilizar y cómo la va a mantener. Nosotros se lo ponemos muy fácil. Tenemos un panel de anuncios y les damos parches. Ellos los adaptan y los envían a sus teléfonos, aunque es cierto que no damos soporte a todas las versiones de Android, sólo hasta un nivel de antiguedad.
Por otro lado, para los desarrolladores, Android les promete que sus aplicaciones van a ser compatibles entre las diferentes versiones de los sistemas operativos, por lo que no se tienen que preocupar de ello.
Están creando más y más versiones de Android OS, para el coche, la TV, IOT... ¿Cuál es el objetivo?
Ahora mismo existen muchos dispositivos en la vida de la gente. Tienes pantallas por todos lados, desde la de un microondas, un termostato o una televisión, pero no se entienden entre ellos, es decir, no hablan entre sí. Eso es lo que queremos conseguir: que se comuniquen. Por ejemplo, que tu coche hable con el termostato y encienda la calefacción justo antes de llegar a casa.
Para los desarrolladores de aplicaciones también son todo ventajas. Por ejemplo Spotify, si crea una aplicación para Android, casi todo ese código le funcionará en el coche. Está claro que requiera de una adaptación de la interfaz para que no distraiga al conductor, además de unos botones más grandes. Pero la mayor parte de la aplicación se puede aprovechar.
En Google, tenemos un equipo que mantiene el núcleo de la «app» que es común para todos los sistemas operativos y luego tenemos diferentes equipos, para cada OS. Por ejemplo, el equipo de «wearables» se encuentra en Londres.
¿Por qué crearon una plataforma abierta? ¿No supone menos control sobre ella?
Nosotros no controlamos el sistema. Cuando Huawei, por ejemplo, usa Android en sus teléfonos, nosotros ni siquiera lo sabemos. No se trata del control: se trata dar la mejor solución a las empresas de telefonía, a los fabricantes, y a los consumidores.
¿Usan «machine learning» y «Big Data» en el desarrollo?
Lo usamos para analizar la vida de la batería. Intentamos siempre alargarla lo máximo posible, ya que es la queja número uno de los consumidores. El «machine learning» es muy bueno encontrando patrones consumo de batería. También se usa mucho en Google Photos. Se trata de un producto increíble porque puedes buscar «avión» en las fotos y es capaz de encontrarlo. Llegará también un momento en que lo podamos usar para crear «interfaces» de Android.
¿Qué pasará con Android cuando llegue el 5G?
Trabajamos muy cerca con el ecosistema de telefonía móvil, como con Qualcomm, y hemos estado haciendo pruebas. Este tipo de cambio pasa una vez cada 10 años y Android ya estaba la última vez, con el cambio del 3G a 4G. En ese momento sólo pensamos qué producto quería la gente para el 4G. Lo mismo haremos con el 5G. Seguramente surgirán nuevas aplicaciones, como la realidad virtual, o los juegos «streaming» sin latencia. Cosas que, con el tiempo, todo el mundo demandará en su teléfono.
Steve Wozniak como profesor de informática: anécdotas de un vedadero grande

Un día de 1995, los padres de una comunidad 'hippie' de California decidieron diseñar una serie de actividades extraescolares para sus hijos. Los profesores serían ellos mismos. Así, el padre de una de esas niñas los llevaría a pasear por la naturaleza. La madre de otra decidió crear un grupo de chicas 'scout'. Y el padre de una tercera se dispuso a darles clases de informática.
Este último progenitor les enseñaría lo básico sobre el funcionamiento de un ordenador y algunas lecciones de mecanografía. También, les mostraría ese invento que se empezaba a popularizar, llamado internet. Gracias a ese hombre, los chicos descubrirían que en los chats era posible hacer amigos de todo el mundo. Aquel padre se llamaba Steve Wozniak.
Durante algunos meses, el cofundador de Apple fue el profesor de informática en horario extraescolar de una treintena de niños, entre los que se encontraba su hija Sara. Una compañera de la niña ("la conocía desde la guardería") es la ahora periodista Syambra Moitozo, que ha explica como funcionaban esas clases de Wozniak. " Nos enseñó sobre redes de ordenadores básicas, cómo usar el ordenador… Nos enseñó cómo usar internet, America Online [lo que luego se conocería como AOL]..." Señala además que "no eran clases formales", así que no hubo exámenes ni nada parecido.
¿Cómo era Wozniak? "Era muy muy amable", recuerda Moitozo. "Era muy atento con los alumnos" durante el tiempo que duraron las clases, que Moitozo no recuerda con exactitud ("quizá seis meses"). Una vez que terminaron el colegio y pasaron al instituto, las lecciones se acabaron y la periodista no volvió a tener contacto con el cofundador de Apple (“creo que lo vi en la graduación del instituto”, matiza).
Como profesor "era genial. Es una especie de niño grande, así que creo que se veía reflejado en nosotros", cuenta Tara Hodge, otra de las niñas que asistía a aquellas extraescolares. De 33 años, en la actualidad trabaja en una clínica ortopédica, tiene una hija de trece meses y vive con ella y su marido en Petaluma, una ciudad a unos 60 kilómetros al norte de San Francisco. "Las clases eran un par de días a la semana, tras la escuela, en nuestra aula habitual".
Al no formar parte las clases de un currículo, “nos dejó aprender a nuestro propio ritmo y trabajar en lo que estuviéramos interesados”. Si no te gustaba la mecanografía o las redes de ordenadores, siempre te quedaba la opción de navegar por AOL, “pero si de verdad estabas interesado, él te enseñaba lo que quisieras aprender”.
Según recuerda, Wozniak les explicó los conceptos básicos de informática y del uso de ordenador. "Nos enseñó código binario y cómo se hacían las imágenes", explica. "Trabajamos la mecanografía junto con la creación de imágenes digitales y animación por ordenador básica". Hodge recuerda cómo incluso algunos niños se llevaron sus propios ordenadores para "juguetear" con la placa base.
Wozniak, que para entonces había abandonado Apple, les llevó los ordenadores. En concreto, unos PowerBook 1400, un portátil de la línea Macintosh. Con él hicieron todas esas actividades e incluso se atrevieron, según el relato de Moitozo, a diseñar páginas web simples. "Recuerdo sentir como si tuviera las llaves de algún reino mágico". El padre del Apple I también se preocupó de que hubiera conexión a internet en el aula.
Stephanie Frost fue otra de las compañeras de Moitozo y Hodge en aquellas clases. Ahora tiene 32 años y vive en San José (California), trabajando como administrativa para una empresa de auditoría. Más de dos décadas después, sus recuerdos sobre la experiencia con Wozniak son difusos. "No recuerdo ninguna de las lecciones que enseñó, lo siento", reconoce. "No prestaba atención. No tenía ningún interés en enterarme de cómo funcionaba Ethernet o las máquinas de redes múltiples".
Lo que sí recuerda Frost es que Wozniak daba algunas clases en compañía de otros colegas, y que "cuando él estaba allí era siempre un profesor muy paciente". "Era capaz de bajar a nuestro nivel para que pudiéramos entender y absorber con facilidad el material". Además, aunque no recuerde las lecciones, sí puede rememorar "lo divertido que era cuando él aparecía con comida para todos y pequeños y divertidos regalos". Entre esos presentes hubo punteros láser, lo que resultó un desastre, pues aquel día los niños se lo pasaron intentando cegarse los unos a los otros.
Wozniak le contaba a Mayroto que lo más importante para él era "motivar a la gente haciendo las cosas tan divertidas como pudiera". "Tenía esa libertad, porque estaba patrocinando la clase y no estaba bajo la guía de un director", le dijo el cofundador de Apple. " Mi intención no era formar a la gente para que se convirtieran en especialistas de ordenadores o trabajaran para compañías informáticas".
Moitozo cree que las lecciones fueron muy valiosas. "Nos ayudaron a sentirnos más seguros de nosotros mismos", comenta. " Tuvimos acceso a tecnología que mucha gente no tenía, así que creo que nos sentíamos comos si tuviéramos más poder personal, aprendiendo y descubriendo cosas en línea”.
"Fuimos muy afortunados de muchas maneras por crecer donde lo hicimos e ir a la escuela a la que fuimos, y Steve fue claramente parte de ello", sintetiza Hodge. "No supimos cuán especial era en realidad. Creo que teníamos cierta idea, porque nuestros padres lo sabían, pero probablemente ninguno de nosotros lo apreció en su alcance total hasta hace poco. Y con la explosión de Apple en la última década o así, lo hace parecer incluso más especial".
¿Por qué vamos necesitar Redes 5G?

El 5G fue una de las tendencias principales del MWC 2017 pero, ¿qué es el 5G exactamente? Y sobre todo, ¿para qué necesitamos una nueva generación de redes móviles?
En pleno año 2017, miles de millones de dispositivos están conectados a la red 4G LTE. Hace solo 5 años, mucha gente se preguntaba si realmente nos iba a servir para algo una nueva generación de red móvil. Hoy en día, es evidente que ha supuesto un salto sustancial en la calidad de nuestras conexiones.
Sin embargo, hace ya tiempo que se está hablando del 5G, y en el MWC fue tendencia. Y la pregunta vuelve a ser la misma: ¿realmente necesitamos otras generación de red móvil? La respuesta es que sí, el 5G va a ser muy necesario en el futuro. especialmente para un correcto funcionamiento del Internet de las Cosas.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que no existe aún una tecnología 5G oficial. Aún no existe un estándar universal en el que las marcas se hayan puesto de acuerdo sobre qué es el 5G o qué mínimos debe cumplir una red para considerarse tal.
El 5G es por ahora un concepto en desarrollo, y no será hasta 2020 que lo empezaremos a ver en funcionamiento. Después comenzará a extenderse poco a poco hasta que se convierta en la tecnología habitual.
Sin embargo, sí que sabemos que dirección va a tomar el 5G y en qué aspectos va a crecer más. Aunque por supuesto habrá un aumento de velocidad de subida y bajada de datos, no será el cambio principal que ofrezcan las redes 5G como sí lo fue en el salto de 3G a 4G. Los cambios más importantes que va a introducir el 5G serán en materia de latencia y bandas de frecuencia.
La necesidad de una nueva generación de red móvil viene ligada al Internet de las Cosas (IoT). Y ahí es donde entra en juego la ampliación de bandas de frecuencia y la reducción de latencia.
A día de hoy hay 7000 millones de dispositivos conectados a Internet. Se espera que con el auge del IoT haya 20000 millones de dispositivos conectados y Huawei aumenta la cifra hasta 100000 millones para 2025. El 5G nace principalmente por la necesidad de crear una red que soporte muchos más dispositivos.
La redes móviles operan en una serie de bandas de frecuencia, y cuando hay demasiados dispositivos conectados en una misma frecuencia en una misma zona, se producen interferencias. La principal ventaja de la red 5G es que operará en una variedad de espectros mayor que el 4G. De esta forma, muchos más dispositivos se podrán conectar en una misma zona sin sufrir interferencias.
Por otra parte, también muy relacionado con el Internet de las Cosas, está el apartado de la latencia. La latencia es básicamente el tiempo de respuesta antes de que un dispositivo pueda establecer conexión, independientemente del ancho de banda. Una latencia baja es importante para todos aquellos dispositivos que tengan que reaccionar rápidamente.
Esto será crucial en aspectos como el tráfico. Si tu coche autónomo, los semáforos e incluso las señales de tráfico dependen de Internet, una latencia baja puede salvar vidas. Las redes 4G tienen un tiempo un tiempo de respuesta de entre 50 y 150 milisegundos. Se espera que el 5G reduzca ese tiempo por debajo de 10 ms.
En definitiva, el 5G es mucho más que una simple evolución como en su día fue el 4G. Aunque el 4G fue importante, se limitó a permitirnos hacer lo mismo más rápido. El 5G, por contra, va a traer cambios que necesitamos para el futuro. Un futuro con más y mejor Internet.

