¿Cuáles son las ciudades inteligentes más interesantes para visitar?

Tecnología y turismo son dos conceptos que, trabajando juntos, nos hacen soñar con el futuro. ¿Cuáles son las ciudades más “inteligentes” que podemos visitar en la actualidad? Aquí te contamos las principales.
Nueva York
En la lista que Forbes publicó hace unos meses sobre las smart cities más importantes del mundo, Nueva York figuraba en la primera posición. Se tuvieron en cuenta criterios como economía, cohesión social, medio ambiente, movilidad y, por supuesto, la tecnología. Su punto fuerte radica, por supuesto, en unir sus atractivos turísticos y empresariales, pues representa una de las economías más potentes del mundo que, claro está, atrae una gran e innovadora actividad tecnológica. Internet gratuito por toda la ciudad, con LinkNYC, unos módulos que abastecen de Wifi, es otro de sus fuertes. La interesante apuesta por probar nuevos retos en cuanto a tecnología inteligente se entiende dentro de su interés por no perder el tren de los nuevos tiempos digitales. Y favorecer tanto la vida de sus ciudadanos como de los visitantes que llegan a la urbe.
Singapur
El turismo a los lugares más orientales ha contado siempre con un entusiasmo exótico. Pero ahora, hay que sumar que muchas de las ciudades de Asia son auténticos hervideros tecnológicos que hacen de lo digital un referente con el que comenzamos a asociar cualquier parte de su cultura. Singapur está considerada como una de las capitales del turismo tecnológico. La cantidad de programadores, analistas, expertos en fintech por metro cuadrado le hacen estar, sí o sí, a la vanguardia de multitud de piezas de este mundo del Internet de las Cosas. No sólo podemos usar una tarjeta de crédito verificándola con la palma de nuestra mano, también dispone de un revolucionario sistema de transporte inteligente con el que quiere sustituir el tráfico privado por un servicio público con más trenes.
Londres
De nuevo, una ciudad enormemente turística. Londres tiene un potente patrimonio histórico y cultural. Pero también mucha oferta tecnológica que la convierte en imprescindible. Como hemos visto con Singapur, su apuesta por el transporte inteligente tiene mucho que ver. El proyecto Crossrail introduce a la ciudad en el mundo de las TIC de una forma abrumadora. Se espera la llegada de diez nuevas líneas de tren “inteligentes”. La políticas que se ponen en marcha tratan de hacer de la ciudad un lugar más sostenible y eficiente. Teniendo en cuenta el volumen de personas que acoge esta ciudad, esta premisa está comenzando a ser más una necesidad que un elemento accesorio.
Seúl
Y, de nuevo, viajamos a Asia, donde esta ciudad de Corea del Sur es todo un referente en los destinos tecnológicos más punteros. En fin, qué decir de Seúl a nivel empresarial, si tenemos en cuenta que dos grandes como LG y Samsung tienen ahí su hogar. El desarrollo de la tecnología está en su ADN e impregna, como no podía ser de otro manera, cada una de sus calles. En ella, han nacido tecnologías que todos usamos hoy en día, como la conectividad LTE, y presenta constantes retos que ahora nos parecen lejanos pero que pronto se incorporarán a nuestras vidas, como las tiendas virtuales. Fue la primera ciudad del mundo en tener DMB, un sistema único de transmisión digital de audio, vídeo y datos a través de móvil y portátil.
Tokio
Cuando pensamos en la capital nipona es difícil no asociar su imagen con algunos de los productos tecnológicos que más han llamado la atención de nuestra imaginación. Parece que robots, máquinas y juguetes digitales tienen aquí su centro neurálgico. Cuenta con Akihabara, un barrio único en el mundo, auténtico núcleo para hacer compras de gadgets de todo tipo. Su Museo Nacional de Ciencia Emergente e Innovación es otro emblema de cómo la ciudad está enfocada a lo digital. Pero no sólo a nivel de ocio. El interés de toda smart city pasa por lograr ser innovadora, pero también eficiente y sostenible, favoreciendo la vida de sus ciudadanos. En este sentido, cabe hablar de su apuesta por la energía solar, con un impresionante número de paneles que quieren ser una referencia para otras ciudades.
Estocolmo
En la parte más helada de Europa, las ciudades nórdicas trabajan para convertirse en referentes de los destinos tecnológicos. Ahí tenemos a Estocolmo, que siempre ha mostrado un espíritu cosmopolita e innovador que, por supuesto, ahora se asocia al mundo de las TIC. Su propósito es abrazar cada vez más los avances tecnológicos y no mirar atrás, con políticas oil-free para sus productos (sin agentes grasos) e implantando la virtualidad del pago en sus comercios y sin servicios, para que los ciudadanos (y los turistas) no tengan que llevar efectivo en sus bolsillos. Además, se está convirtiendo en un importante foco de la industria tecnológica más avanzada, con un crecimiento de las inversiones y la concentración de gran número de programadores.
Ciudades españolas
Barcelona fue elegida la ciudad más tecnológica del mundo en 2015, por delante de las potentes urbes de las que hemos hablado. Su apuesta por usar la tecnología en favor del medio ambiente, de la sostenibilidad y la movilidad de sus ciudadanos es clave. También Santander es uno de los destinos tecnológicos más cotizados de España. En este caso, tiene mucho que ver el hecho de que la ciudad haya invertido en un proyecto de gestión de aparcamiento que ayuda a los conductores a que esta tarea incómoda pero necesaria y que se realiza a diario, resulte más eficiente. Madrid, que se asoció en 2014 con IBM para construir la ciudad española más inteligente, también destaca entre nuestras opciones. Y Valencia también trabaja poniendo el foco en esta estrategia, con programas de seguridad ciudadana o una app pensada para el turista, desde la que se pueden comprar entradas para las diferentes actividades culturales.
Historias reales que no hubiesen sucedido sin la tecnología

Un milagro no es solo algo inexplicable y atribuido a la intervención divina, es también algo raro, extraordinario, maravilloso. Algo como encontrar geoglifos en la estepa kazaja o descubrir un paraíso perdido en medio de Mozambique a través de Google Earth; localizar a un bebé en menos de una hora en medio del atentado con un camión en Niza el pasado julio gracias a Facebook; o reencontrarse con una mascota tras años de búsqueda…
Hace un par de décadas, hallazgos como esos podrían haberse considerado milagros, hoy son solo consecuencias del avance y el desarrollo de la tecnología, son esa segunda acepción, eventos raros, extraordinarios y maravillosos que suelen provocar la emoción de los protagonistas, y después de quienes leen esas historias
El 14 de julio de 2016, 84 personas murieron atropelladas por un camión que circulaba a 90 kilómetros por hora en la Proménade des Anglais, en Niza. Un atentado que volvía a colocar a Francia como objetivo del yihadismo. A solo 150 metros de aquel terror vive la francesa Joy Ruez, que abrió la puerta de su casa justo después de haber escuchado los disparos con los que la policía abatió al conductor del camión. Allí se refugiaron varias personas del caos de la calle, entre ellas, una pareja que había recogido un bebé perdido mientras huían.
Llamaron a la Policía y al Samur, que nunca llegaron, así que decidieron subir un par de fotos del niño a Facebook por si alguien lo reconocía: "Si alguien reconoce a este bebé o conoce a sus padres o alguien cercano, por favor que se manifieste... ¡Gracias por difundir!". Poco después alguien comentó la imagen para explicar que una mujer estaba buscando a un bebé en otro post de esa misma red social: "¡Buscamos! Hemos perdido un bebé de 8 meses, amigos de Niza. Si lo habéis visto o lo tenéis, por favor, ¡¡¡contactadme a este número!!!". Era la tía del bebé, Tiava Banner, que llevaba una hora viendo como su publicación se expandía hasta pasar los 22.000 compartidos.
Ruez les escribió y les envió las imágenes del niño, y, aunque dudó al principio si entregar al bebé a alguien desconocido, dejó de hacerlo cuando vio al abuelo llorar al volver a verlo. En algo más de dos horas, un bebé había desaparecido en medio de una multitud aterrorizada y había regresado a casa.
El mismo año de la llegada de la herramienta de Google Earth, el zoólogo Julian Bayliss, con base en Mozambique, localizó una masa de vegetación no identificada mientras buscaba bosques para meter en proyectos de conservación. Tres años después, en octubre de 2008, el botánico Jonathan Timberlake lideró una expedición hasta el Monte Mabu mozambiqueño. 28 exploradores de seis países africanos y europeos vieron por primera vez un bosque de unos 60 kilómetros cuadrados donde descubrieron nuevas especies animales y vegetales.
También así, buscando algo concreto en Google Earth, Dmitriy Dey, un kazajo amante de la arqueología dedicado a la economía en horario laboral, encontró en 2007 los geoglifos de la estepa, alrededor de 260 montículos, zanjas y terraplenes que forman cuadrados, cruces, anillos y líneas en la región de Turgai, al norte de Kazajistán que, según las investigaciones posteriores, pueden llegar a tener hasta 8.000 años
Y exactamente lo mismo fue lo que ocurrió con la vida de Saroo Brierley, un niño que un día, jugando con su hermano, se perdió en una estación de tren en India y que, 25 años después, pudo volver a casa gracias a unos cuantos recuerdos borrosos y muchas horas haciendo zoom en Google Earth. Esa historia se ha convertido en Lion, una película del debutante Garth Davis a partir de la autobiografía de Saroo, Un largo camino a casa (Ediciones Península).
Después de licenciarse en la universidad, en 2009, el deseo, intenso, de saber dónde estaba su familia y quiénes eran se convirtió en una búsqueda continua haciendo clicks sobre los mapas de Google Earth. Ordenó los pocos recuerdos que tenía –estaciones de tren, una presa, una fuente, un puente, un tanque industrial- y empezó por donde creía que era más lógico: Calcuta. Desde allí, los raíles de los trenes se esparcían como una enorme telaraña. Después de varias semanas sin ningún resultado, abandonó.
Tres años después, con un Google Earth mejorado y una conexión a Internet más rápida, Saroo se hizo la promesa firme de encontrar el lugar donde había nacido. Pensó que si se había quedado dormido en un tren al atardecer y a la mañana siguiente estaba en Calcuta, habrían pasado unas 12 horas. Tenía que averiguar a qué velocidad iban los trenes a mediados de los 80 en India y así, relacionando velocidad y tiempo tendría una zona más específica en la que buscar. 960 kilómetros fue el radio que calculó y siguió reduciendo a partir de ahí eliminando aquellos lugares en los que no se hablase hindi y donde hacía frío. Pasaron meses. Y Saroo llegó a estar hasta seis horas al día sobrevolando coordenadas a través de una pantalla. Hasta que un día, creyó encontrar lo que había estado buscando…
María Elena Cartaya encontró a Duke, un rottweiler, vagando por una carretera de Miami una tarde de mayo de 2015, sucio y cojeando, lo subió a su coche y lo llevó a una clínica veterinaria. Allí, después de una exploración, el veterinario Juan Santamarina quiso comprobar si el animal tenía microchip. El Sistema de Identificación de Avid dio un resultado: Joshua Edwards.
Cartaya y el veterinario localizaron a aquel hombre, pero cuando le dijeron que habían encontrado a Duke, Edwards no lo creyó. Duke había desaparecido en 2007, siendo todavía un cachorro, y Edwards lo había buscado durante meses, poniendo carteles, peinando cada calle, llamando a cada puerta. Al final desistió, creyendo que alguien lo había robado.
El martes 19 de mayo de 2015, Edwards fue hasta el Hospital Animal Tamiami para volver a encontrarse con aquel perro que ya no era un cachorro, era un rottweiler de casi diez kilos. Duke se quedó parado frente a él, que se había arrodillado, lo olisqueó durante unos segundos y empezó a lamerlo. Ambos volvieron juntos a la casa de donde había desaparecido ocho años antes.
¿Cómo aprovecha Cisco el talento humano de las empresas que adquiere?

En la industria tecnológica abundan casos de "startups" que fueron adquiridas por gigantes para potenciar áreas particulares de interés. Por lo general, los fundadores de las empresas vendidas continúan con otros emprendimientos o se pierden en el olvido.
No es el caso de Cisco Systems, cuya área llamada "Founders Forum", está integrada por los creadores de las más de 193 empresas que Cisco fue adquiriendo a lo largo de su historia. Matt Cutler es uno de ellos y pasó a integrar este "comité de notables" cuando vendió su empresa Collaborate.com.
Él, junto a 8 socios más, son integrantes del Foro. "La innovación no solo tiene que ver con lo que haces y lo que tienes en tecnología, sino también en cómo lo haces", explica Cutler.
El objetivo de esta práctica es alentar a esos ex-fundadores a seguir pensando nuevas ideas y aprovechar su experiencia para transmitírsela a los más jóvenes de la empresa. Hilton Romanski, el fundador de este grupo selecto, afirma: "No hay ninguna otra compañía que tenga a su disposición cientos de CEOS para aprovechar su experiencia". Y está en lo cierto, ya que es sabido que por el momento ninguna otra compañía del sector tiene está práctica institucionalizada.
El "Founders Forum" se reúne trimestralmente en las oficinas de San José y analiza, desde una perspectiva adquisitoria, qué áreas o empresas de interés para la compañía pueden ser sondeadas. Además, reflexionan sobre cómo mejorar el proceso de adquisición teniendo en cuenta la experiencia de sus miembros.
Romanski dice que muchos clientes ya se han beneficiado de la tarea de estos foristas. Por ejemplo, los líderes de los proveedores de SaaS comprados por Cisco han ayudado a las empresas a integrarse de forma óptima con otros servicios.
Sin embargo, en Cisco son conscientes que no podrán retener a todos todo el tiempo, pero balancean estas pérdidas empleando al resto de los equipos, como sucedió con Meraki, cuyo fundador se fue luego de 2 años pero sus ex compañeros de trabajo continúan en Cisco.
Rod Randall, otro ex ejecutivo miembro del Foro, afirma que todo esto le parece una excelente idea, ya que muchas veces el ex fundador no sabe cómo seguir luego de una adquisición. "Este Grupo es una combinación de energía, curiosidad, audacia y egos, que si son bien administrados pueden ver cosas que otros no ven", finaliza Randall.
De esta forma, Cisco reconoce el talento de estos innovadores y genera su propio dinamismo para estar a la vanguardia de un mercado muy competitivo.

